NUESTRA HISTORIA 

Hace 25 años, al descubrir una casona de piedra entre la vegetación de Gómez Farías, imaginamos un refugio para los exploradores de la Reserva de la Biósfera El Cielo. La casa original constaba de 3 habitaciones, cocina, salón y cuarto de servicio construida como una casa familiar.  El segundo propietario agregó otro edificio dedicado a la extracción de esencia de magnolia, sin embargo el proyecto no prosperó debido al decreto de la Reserva en 1985, por lo que puso a la venta la propiedad. Hemos ampliado y remodelado las instalaciones a través del tiempo; las principales reformas, además de las ampliaciones, son la rehabilitación del sistema hidráulico, el establecimiento de ecotecnias para reducir el impacto ambiental y la recuperación del edificio que albergó la sala de extracción de esencias

ACTUALMENTE CONTAMOS CON 8 HABITACIONES, ADEMÁS DEL RESTAURANTE Y SU TERRAZA CON UNA ESPECTACULAR VISTA  

Durante los primeros 15 años, el Hostal Casa de Piedra se posicionó entre observadores de aves, mariposas y naturalistas, tanto internacionales como nacionales; en ese lapso se incrementó el turismo de aventura y el turismo de grupos grandes, sin respetar la capacidad de carga de la Reserva, utilizando motos y cuatrimotos, causando disturbios en el área y contaminación auditiva severa para la fauna, actividades no compatibles con la observación de naturaleza.  Debido a esta situación, aunada al período de inseguridad y violencia extrema que se vivió en el estado, nuestros clientes frecuentes se retiraron y el destino del Hostal Casa de Piedra fue incierto durante casi una década.  Actualmente el flujo turístico se ha incrementado y nosotros seguimos fieles al concepto original de refugio: nos especializamos en personas o pequeños grupos de turistas que buscan conocer y aprender de la biodiversidad de la Reserva, ofreciendo un alojamiento integrado al entorno, con la mejor calidad en los servicios básicos y una atención personalizada a nuestros huéspedes por nuestros colaboradores locales.